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domingo, 2 de junio de 2013

Subido de tono

Cuaderno Americano amanece hoy subido de tono, con ganas de gritar... ¿Qué importa que la poesía no importe a nadie? ¿Qué importa el hosco silencio que nos recibe? No importa una mierda. Importa inocular de belleza, hacer visos a la eternidad, acertar a eyacular sobre su cuerpo deseado: ¡Vivant jaculatores! ¡Viva nuestra tribu ambulante!

Romanisci ambulantes

Desmontando de palabra, cada día,
el escenario, nos congratulamos
de ser los únicos romanisci
que aún honran a sus antecesores.

El hosco silencio
que nos recibe no importa:
importa inocular de belleza,
hacer visos a la eternidad,
acertar a eyacular
sobre su cuerpo deseado.


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domingo, 2 de octubre de 2011

Interrogantes

Si hay algo universal en la experiencia humana, además del tabú del incesto, que diría Lévi-Strauss, es sin duda, la de interrogar y cuestionarnos a nosotros mismos y todo aquello que nos rodea.

Algunas de las preguntas que ahora mismo me acechan, para que entendáis mejor la encrucijada de mi subjetividad, son: ¿por qué le gustaban tanto a Neruda las listas? ¿y las mucamas? ¿por qué se demora tanto en salir el café? ¿cómo es posible que esté escribiendo una poesía en inglés sobre mamporreros argentinos que, para más inri, es una ristra de haikus, con un programa de la CBS sobre la prohibición sonando de fondo, todo ello sin perder el hilo? ¿cuándo dejaré de soñar que fumo? ¿cuándo recibiré mi primer cheque como escritor? ¿qué hago que no estoy acampado en Wall Street, arengando a los indignados con mis poemas más anticapitalistas? ¿por qué no vivo en Buenos Aires? ¿por qué soy más torpe que un elefante en una cacharrería? ¿por qué publico en un blog poesías que nadie lee y las bautizo postesías? ¿dónde, por piedad, decidme... dónde está mi zapatilla?


Ámbar gris en el Bósforo

                       A Orhan Pamuk, el gran interrogador


Se dan, en nosotros,
sucesos inquietantes,
un preciosismo de los ademanes,
un vértigo de atracciones,
una confusión, prefigurada, de las partículas,
un amor uterino por
la energía y su tránsito
por nuestro cuerpo
que mientras no cesa,
aun si la abandonamos,
nos hace inmortales.

En nosotros, confabulan
el carbón y el brazo, el pecho
y la minuta, el traje
y la sed, la poesía
y la risa, el amor
y los calcetines.

¿Cómo llegó hasta aquí
esta masa gelatinosa, informe,
veteada de manchas negras?
¿Qué corriente improbable
llevó este ámbar gris al Bósforo?

("Ámbar gris en el Bósforo" first appeared in Vulture Magazine, Sept. 2010 [Spain])



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domingo, 18 de septiembre de 2011

Algresabía

Siérvito. Hai coraceos i coraceos. Hai quifen farpluya qui hai más coraceos qui lungurranzas. Lus hai instélditos, insúfridos, putumelos i trancalices. I pampumén lus hai lóbregos, coraceos en lus qui ul méramo pululur de sus abocales hornacinan nus, jitanstróficamente, i de lóbregos fizunte nus lúgubres i archoprostes. Agumenón, quendo sapos nus frunce un tessis coraceos i en ul Misimifú Oreste france une frijumpa dul refajo: bachini de lugubricasiones herzambros, le estivabalidad prumperá, fustia entunzes ¡frenexiámenos con pustesías! ¡algresabía, herzambros! ¡algresabía!

Taba
                  A Julio Denis

De nuestra juventud,
que fue la vuestra,
todo os lo debemos.
La taba, hueso astrágalo de rumiante,
daba culo o suerte
y en raras ocasiones,
pinino,
¡Y cómo gritábamos entonces!
¡La victoria del juego!
En la paridera, el queso
era un espacio trazado
para gloria
de ese otro mundo
inclusivo,
reglado,
justo,
sacro.
Nosotros jugamos a otros juegos pero,
¿cómo podríamos olvidados?

("Taba" first appeared in Vulture Magazine, Sept. 2010 [Spain])


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domingo, 28 de agosto de 2011

De nubes

Desde que era niño me han fascinado las nubes. Y como tantos otros jugué a adivinar entre sus formas uno y todos los objetos animados o inanimados, toda la fauna real o fantástica. Pero esa fascinación iba más allá del contenido y se extendía hacia el continente, a los apelativos científicos que aprendimos en clase y siempre me parecieron maravillosos: cumulonimbos, estratos, cirros. 

En este poema evoco esos juegos sencillos al evocar el amor y al evocar el amor evoco la muerte y evoco Cowgate, una callejuela del Edimburgo gótico bajo la cual están tendidas las catacumbas de la ciudad, los conventillos insalubres en los que, al parecer, los infames Burke y Hare hallaron víctimas (vivas) para suplir (con su muerte) las ansias epistemológicas de los jóvenes estudiantes de medicina de la universidad.

El fantasma de Cowgate 

Te reconozco secretamente
en los juegos sencillos,
como adivinar las formas
de las nubes,
yunque, sábana, hebra,
para luego llamarlas por sus nombres galantes,
cumulonimbos, estratos, cirros
o las inalcanzables noctilucentes
que se ofrecen sólo a los ojos más polares.

En secreto,
rodeado, casi 
habitado por las nubes
pasantes, alzo la vista
hacia la tibia del aire,
miro con descaro su melic
mientras escribo versos
desde el Omphalos,
fumo y bebo demasiado café,
como Machado,
y adolezco también
de una cursilería imperdonable,
me enfado conmigo mismo.

En silencio,
cercado, con los
huesos tiritando
vuelo al fin por las callejuelas
de Cowgate,
por pasadizos subterráneos,
y escojo palabras,
constelo silbidos sobre el moho
que agrieta la piedra negra,
atravesado de viento
me elevo,
fuera de mí.

("El fantasma de Cowgate" first appeared in Revista Cultural Turia, nº 99, 2011 [Spain])


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lunes, 11 de julio de 2011

Más poesía desde Buenos Aires

Cuaderno Americano vuelve a hablar español tras un par de semanas muy anglosajonas y las instantáneas de Buenos Aires se suspenden indefinidamente: me queda ya poco tiempo en la Argentina y otras tareas me reclaman…

Pero hoy os traigo algunos de mis poemas favoritos, que hace poco publicaron mis amigos de la revista Movimiento Paroxista (http://movimiento-paroxista.jimdo.com/revista-de-literatura/), un esfuerzo de los estudiantes graduados de la UNAM de México, la UAM de Madrid y UNC at Chapel Hill.

Primero de todo, una pequeña explicación:

El primero de los poemas, “Iniciático”, es un ejercicio de ekphrasis, bellísima palabra griega que remite, sencillamente, a la dramatización escrita de una imagen. La dramatización tiene en este caso como referente una fotografía que da fe de la visita de Alfonso XIII el 3 de junio de 1927 a los Altos Hornos del Puerto de Sagunto, la pequeña ciudad industrial en la que crecí. Alfonso XIII, quien pocos años más tarde perdería el trono al proclamarse la II República, aparece efectivamente, con los brazos en ancas, en el centro de la imagen, rodeado de un séquito de notables entre los que figura Ramón de la Sota y Llano, industrial y armador vasco, dueño de los hornos, que señala con un dedo índice hacia el cielo. La idea original del poema nace de lo que considero una injusticia fundamental en la composición de la fotografía y que podría hacerse extensiva al concepto mismo de historia: ¿dónde están los trabajadores de los Altos Hornos? ¿dónde los trabajadores de la compañía minera de Sierra Menera? ¿por qué no aparecen en la fotografía?

“Olvide”, el segundo poema, nace de la indignación ante todo aquello a lo que parece abocarnos el sistema capitalista: militarismo, utilitarismo, desmemoria... Podría parecer un poema surrealista y lo es, hasta cierto punto, pero no deja de tener referentes reales e identificables. El sentido original es a veces un anagrama de las palabras (llenar de siesta/asesinar), una transformación (portaplumas/portaaviones), una simple rima (melifluas/películas, estancos/bancos), y a veces no existe relación alguna (viaje a otros perros/viaje a otros países), más allá de la ironía de ver a las personas como pulgas…

Y ahora sí me despido, ánimo en la caza de significados, merece la pena, abrazos bonaerenses, aquí los poemas:

Iniciático

En memoria de los trabajadores de los Altos Hornos
y la Compañía Minera de Sierra Menera

Ya los asistentes,
magnánimos levitas de Alfonso XIII,
prelados de Marte,
se escalonan dentro del encuadre,
preguntándose unos a otros
si aparecen o no
en la fotografía,
quizá sospechan.

Ya los asistentes,
el propio Alfonso El Triste
en el centro con los brazos en ancas
mira de perfil a
(Don) Ramón de la Sota y Llano
que viste frac impepinable,
que alza el dedo índice
hacia un cielo acético y sulfurado
como quien advierte,
mientras se ajusta el pañuelo,
que la República de Platón
cercenará regios cuellos,
que caerán sombreros de copa,
más cuando dicen que los yankees
tienen ya al enemigo en casa.

Ya los ausentes
ennegrecidos
de los Hornos Altos,
de las minas,
esperan, o no,
quizá sospechan.

Olvide

Estimado amigo, le pedimos sólo
una mínima derrama de sangre,
el silencio que afila los machetes
es litote tan cara a nuestros oídos,
comprenderá bien que los dolores
no alcanzan para llenar de siesta
nuestras enaguas de migas.

Che,
es así,
aunque el hedor de grillos ahogados
que lucharon en nuestras histerias
sea desagradable, es brea indiscutible
que alguien tiene que atiborrar
de óleo a los pétreos elefantes
y reparar algún portaplumas
que vara.

Amigo, haga ver, le pedimos sólo
una mínima derrama de sangre,
a partir de ahora, luego de pagar,
siga usted como si nada,
mejor siga viendo melifluas,
estudie posturas, nuevas caras maneras,
viaje a otros perros, pase por los estancos,
pida sésamos, mucha, mucha semilla
de ajonjolí para comprar casacas
o despertamientos si se muda a Buenos Aires,
patriae quis exul se quoque fugit?,
endéudese,
piense en la paz como en una distocia,
estudie jergas que nadie entienda,
luzca inmóviles descocados rojos
cuando el palo no aguante la vela
y si es que llega al jubileo
haga que pinta tela a lo superserialista,
no escriba, practique el maquinismo,
no lea al flaco, ni a Louis Aragon,
ése es un chabacano,
ande sin rumbo por los mapas eurítmicos
de gerontocráticas ciudades costeras,
quid terras alio calientis sole mutamus?,
no lea de la segunda estrofa
la primera y la última línea,
no piense, fornique, coma, beba,
váyase tranquilo y no se revuelva
o al menos pretenda que ha olvidado,
o no ha entendido,
todo lo que le hemos dicho
y sobre todo olvide, amigo.
Olvídelo todo.

("Olvide" first appeared in Movimiento Paroxista, nº 1, 2011, [Mexico-Spain-USA])



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sábado, 14 de mayo de 2011

Cubalibre

Hurgo, escarbo con el dedo en la angostura,
me pregunto por qué el sifón
se parece hoy más que nunca a la mar,
procelosa y estereotipada.

Indago en la angostura,
en la estrechez de nuestra ceguera,
en el comedido flair del camarero
que arroja
espuma
de
¡Cuba
Libre!
sobre
la
barra
americana.

Y al volver, devuelto a mí,
trasteo con todos esos objetos vivificados,
intelectualizados,
de la habitación que cerramos
porque deseábamos mantenerla intacta,
por si y para cuando volviera…

El ideal,
hozando en lo que significaba,
siempre en lo que significa,
la vida,
la angostura,
la vida,
la vida,
la mar,
la vida,
hozando.

("Cubalibre" first appeared in Vulture Magazine, Sept. 2010 [Spain])


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