martes, 27 de diciembre de 2011

Nunca es tarde para la poesía

Y con el respiro de Navidad este poeta vuelve al redil, un poco más sombrío y cansado, pero ansiando aún vida con que escribir verbos más luminosos...

Es tarde 
             
                  A César Vallejo

No hay perdón, César,
ni quedan palabras.

El silencio triunfa como un tótem torcido
que incluso respiraría, si acaso lo oyéramos caminar,
aspiran nuestros suspiros las nubes
nos absorben sin clemencia no basta
que quiebren sus parapetos discurren
su soledad y nos aplastan contra el suelo,
como a un césped de carne.

Es tarde,
no quedan palabras.

Nadie lo puede entender.


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